lunes, 7 de junio de 2010

IDOLOS, LA SAL DEL FUTBOL

Para comprender qué es un ídolo intentaremos definirlo. Lejos está, y vale la aclaración, que no estamos hablando de una persona excesivamente amada, objeto de culto, o de adoración; pero al futbolero no se le escapa que, dentro del rectángulo de juego, hay jugadores que se convierten en los predilectos de los seguidores de sus clubes, ya que se diferencian del resto. Una característica fundamental es que le haya brindado muchas alegrías deportivas y, además, se identifique con los colores de la camiseta, demostrándolo dentro de la cancha y en sus declaraciones públicas. El que estuvo alguna vez en un estadio, sabe que el gol del ídolo se grita por dos.
Hecha esta salvedad, diremos que los “ídolos” son personas y, por lo tanto, diferentes. Los hinchas, que son los que los elevan a ese status, hacen vista gorda a cualquier desacierto en su vida personal o en su desempeño profesional. Aquí no vale si es simpatizante de otro club, si tiene problemas con adicciones o con el alcohol, si rinde como antes o no...Una vez ganado el título de “ídolo futbolístico” de un club, no hay vuelta atrás. Y llegamos así a la simple y gran verdad: “Un ídolo es y será un ídolo por siempre”, es así de sencillo. Mientras éste se mantenga en la misma línea de sentimientos, gozará de por vida de serlo.
Pero hoy, en Argentina, pasa algo muy extraño: Cuando el agraciado por el cariño de la gente disminuye en su rendimiento futbolístico, le espera un rápido tobogán que lo dejará en el olvido sin resquemores, pero sin piedad tampoco. Tildado de “referente”, palabra que por definición es halagadora, hoy pareciera asociarse a “conflictivo”.
Las ansias de renovar un equipo para mejorar sus resultados llevan inmediatamente a mirar con buenos ojos el cambio de ese “ídolo” devenido en “referente”, con la ilusión de que cualquiera con un cierto renombre en el medio, lo suplantará con creces y el milagro surgirá; acabando entonces en una gran papelera de reciclaje, donde se entremezclan José Luis Calderón (gracias a Estudiantes), Guillermo Barros Schelotto (gracias a Boca) y Marcelo Gallardo (gracias a River ), con muchos otro más.
A pesar de que unos pocos sobreviven gracias al buen tino de sus instituciones, otros son enviados rápida e injustamente al ostracismo de un final sin gloria, ignorados, sin segundas oportunidades y sin respetar a la gente que lo galardonó con el más hermoso reconocimiento: El de ser “ídolos del club al que pertenecen”.
La actualidad abrumadora así les paga, pero siempre hay excepciones. Quizás el recuerdo más reciente para los cuervos sea el del “Beto” Acosta...Si la coherencia y el sentir sincero de los dirigentes de San Lorenzo se impone, ¿porqué no podemos sumar a nuestro querido Bernardo Romeo a la lista gloriosa de los ídolos azulgranas que dejaron hasta la última gota de sudor en el club de sus amores, junto a la gente que lo situó donde debe estar?

Jorge Lorenzo
para De Sangre Azulgrana

3 comentarios:

  1. A MI ESTO ME DUELE MUCHISIMO-YA Q SOY UN HINCHA Q LO AMA A ROMEO ,COMO DECIS VOS LORENZO LOS GOLES DEL IDOLO SE GRITAN DOBLE
    PERO A LA VES LO QUIERO A RAMON COMO DT.-
    ES UNA CAGADA-MIS SENTIMIENTOS ANTE ESTA POSTURA

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  2. Deberiamos replantearnos los Cuervos por qué no podemos sostener a los ídolos,más allá de coyunturas plenamente entendibles.
    Una pena sería un desplante hacia Romeo, que puede aportar cosas positivas, aún sin ser titular,cuesta creer que Romeo no vaya a ser parte del proximo grupo,como quiere hacer aparentar con excusas...tanto los dirigentes como Ramon..

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  3. Bernardo Romeo,él debe ser respetado, porque él dio todo lo mejor que pudo para nuestro San Lorenzo. Me trae recuerdo cuando Romeo estaba en Estudiante cuando él represento muy bien en el juvenil Campeón de sub20 en Malasia 97 siendo que el año siguiente lo dejara sin la posibilidad continuar en esa institución y luego en 1998 es contratado en San Lorenzo que desde ahí en más Bernardo Romeo a la Azulgrana y a su gente esta super agradecido por que el Ciclón le dio todo.

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